miércoles, 26 de noviembre de 2008

Sobre los planes estratégicos

Un muchacho entra en una farmacia y dice al farmacéutico:

- Señor, deme un preservativo. Mi novia me ha invitado esta noche a cenar en su casa y está que se derrite por mí, así que esta noche pretendo calmarla.
El boticario le despacha el preservativo y cuando el joven va a salir, vuelve sobre sus pasos y dice:

- Será mejor que me dé usted otro preservativo porque la hermana de mi novia, que es un bombón, me hace unos cruces de piernas que le veo hasta las entrañas, y como voy a ir a cenar a su casa…

Coge el segundo preservativo, piensa un momento y…

- Deme uno más, porque la madre de mi chica, que está de muerte la señora, cuando no está mi novia delante, me hace unas insinuaciones que… y como voy a ir a cenar a su casa esta noche…

Llega la hora de la cena y el muchacho tiene a un lado a su novia, al otro a la hermana y enfrente la mamá de ambas.
En ese instante llega el padre, que se sienta al frente de la mesa.
El muchacho baja la cabeza y empieza a rezar:

- Señor, te damos gracias por los alimentos… Bendícenos a todos… Y perdónanos si en algo te hemos ofendido…

Pasa un minuto y el chico sigue rezando:
- ¡Gracias Señor!
A los diez minutos de rezos y oraciones la novia le dice:
-No sabía que fueras tan religioso…
- ¡¡Ni yo que tu padre era el farmacéutico!!

Conclusión:

No comente los planes estratégicos de la empresa a desconocidos porque la falta de confidencialidad le puede destruir su propia organización.

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